lunes, 9 de junio de 2008

Fuga y Desórdenes en el Presidio Ambulante

Las instancias de desórdenes y motines dentro de los penales constituyen una de las formas en que la protesta social popular se expresa, aun en períodos y lugares de represión y control social por excelencia, como son las prisiones, cárceles y diferentes lugares de encierro.
Dentro de todos los regímenes de privación de libertad en la historia de Chile, el Presidio Ambulante (o Presidio General de Los Carros) -ideado por Diego Portales, en 1836- ha simbolizado el mayor grado de alienación y deshumanización de los reclusos. Sin embargo, citando a Kropotkin en su texto "Las Prisiones": "Si se me preguntara ¿qué podría hacerse para mejorar el régimen penitenciario?, ¡Nada! -respondería- porque no es posible mejorar una prisión. Salvo algunas pequeñas mejoras sin importancia, no hay absolutamente nada que hacer, sino demolerlas".
El Presidio Ambulante fue un régimen de trabajo forzado para prisioneros de diversos delitos, el cual se caracterizaba por ser un conjunto de jaulas tiradas por bueyes, desplazándose entre Santiago y Valparaíso. El camino de Santiago a Valparaíso que salía desde la calle de San Pablo, pasando por la cuesta de Lo Aguirre, Casablanca, hasta Valparaíso fue abierto y adoquinado por estos reos trabajando en cuadrillas de parejas unidas por grilletes en los pies.
El Presidio Ambulante funcionó hasta 1847, cuando se fundó la Penitenciaría de Santiago.


El presente es un comunicado de Comandante de la Guarnición del Presidio Ambulante, Julián Zilleruelo, a su Director.
(Está textual, de allí las numerosas faltas de ortografía.)


"En este dia y como á las nuebe, de la mañana, llamaron los presidiarios qe. componian dos de los carros qe. existen [en] este punto, pª depositar el presidio, al cabo de la guardª y pidieron permiso onestam[en]te. pª salir á haser sus deposiciones corporales al lugar, como era de costumbre y se les consedio, apostando al efecto dies sentinelas al frente y costados mas de los dos que hay permanentes al frente, y espalda de los carros, quedando la demas tropa en descanso bajo de una ramada qe. les cubre el sol, y yo paseandome al frente en observasion. En estas circunstancias, se bolbieron los agresores sin aser amago a nada, pero ya de acuerdo para el motin y capitaneados por los muy nombrados fascinerosos qe. murieron en el tiroteo: Jeronimo Corrotea, Pasqual Aguila, Cayetano Olmasabal y Fernando Trelles qe. es profugo, y tan luego qe. se aproximaron a sus carros donde debia dentrar, se hisieron la señal de alarma, y dandome Olmasabal un feros peñascaso en la cara qe. me lastimo me aturdio por cortos momentos, y los demas dirijieron sus tiros con piedras qe. a prevencion traigan [sic.] sobre la tropa, logrando tomar algunos fusiles qe. descargaron sin probecho el unico tiro con qe. estaban cargados y ponerse en presipitada fuga para diferentes rumbos del llano (de Peñuelas)

Incontinente me reise con mi tropa y los cargue con toda energia, muriendo muchos de ellos por el fuego qe. les hize en el acto de su fuga y persiguiendolos insesantem[en]te. sin dejar tomar alientos. H[as]ta. las inmediaciones de las casas de la hacienda de las tablas y particularm[en]te. a las internacion[e]s. de las casas, y monte de Peñuelas. Toda la gabilla, en mi concepto quedo reducida a beinte profugos qe. he podido por aora hallar solam[en]te. beinte y siete muertos y ocho eridos, como V. J. lo bera en el estado qe. tengo el honor de adjuntarle. No dudo qe. hayan quisas uno que otro muerto mas p[o]r. tras de las lomas por donde los perseguía.

El piquete de Imbalidos [sic.] qe. mando se ha comportado con toda la energia de un bravo soldado sin reparar en la vida a trueque [sic.] de lleno sus deberes con honor y valentia, disputandose el coraje unos a otros en defensa de sus puesto; á (excepción) del cabo Marcos Salas qe. se halla de ausiliar a la guarnicion, qe. en lugar de ser premiado merese un castigo por aber abandonado su puesto y fugadose escandalosamte. de el puesto en todo el apuro manifestandole a la tropa la mayor cobardia, y con ella misma valorisando a los malbados qe. se sigan fugando con tanto abandono, por lo qe. no me es de la menor confiansa pª la prosecusion del destacamento.

Todos los (jefes) del transito fueron encargados de la áprension de los qe. fugaban por diferentes medidas, qe. tomo en mi áusilio Dn. José Matias Sifuentes, uno de los individuos qe. se halla preso en este establecim[ien]to. pero de toda confiansa y por lo tanto merese algunas consideraciones y la de andar suelto. Sifuentes en medio del apuro cuando yo perseguía a los qe. fugaban dirijio comunicasion de seguridad al departamento de Casablanca y La Plasilla, y custodio un carro qe. tenia ocho ombres dentro, serrando los candados de otros, como tamb[ié]n. Jose Mª (Fernandes), Vicente Gallardo, y Calisto Beltran qe. actualm[en]te. se hallaban asiendo la policia que se condujeron honradam[en]te. del mismodo [sic.] Bernardo Gonsales qe. se dirijio a dar parte a Valpº. Florencio Yañes merese mi recomendacion tamb[ié]n. por qe. segun me disen los demas el me sacó del sentro del tumulto en donde estube por momento enbuelto, con motibo de estar desatentado del golpe qe. resibi, y teniendome Corrotea tomado de la punta del poncho.

Es increible anunciar a V. J. qe. en este dia se juntaron los mas grandes peligros, amagandose aun todabia mas exsenas de sang[r]e. qe. la ocurrida, en la qe. tubo una parte actiba el profugo Fernando Trelles, el cual tomo la acha qe. estaba en la cosina, y rompio todos los candados qe. serraban los carros y cortó cuanta cadena se le presentaba pª fasilitarles mas la fuga.

Inmediatamte. qe. me regresé a los carros hise sacar a mi presencia al presidiario Juan Antº Gutierres, tambn. de forma qe. fue el ultimo qe. se tomó erido, y hasiendolo con las armas preparadas en amagos de egecutarlo practique una indagacion a ber si descubria algunos otros motores, y comicione al mencionado Sifuentes pª las indagacion[e]s. a mi presencia quien con la mayor esaptitud y fidelidad le interrogó en bos alta, y aunqe. se trabajo mucho no se pudo adquirir mas sino qe. todos los qe. estaban enserrados eran complices y qe. este plan lo habian forjado un dia estando en el trabajo, por inbitacion[e]s. de los cabesas qe. ya dejo indicado, y siendome imposible saber algo mas particularmte. suspendi las ordenes bolbiendole a enserrar.

Desgraciadam[en]te. en la lucha saque un cabo de Inbalidos [sic.] muy erido, un sargento, y dos soldados mas, uno de un balaso, cuya bala luego adentro del (cuerpo) al (tiempo) de pasar al hospital, y otro de una erida de bayoneta, con cuyo acontesim[ien]to. se ha desmembrado la fuersa y seria urgente si fuese del superior agrado de V. J. me mandasen un relebo pr. el (tiempo) qe. se tenga a bien, como igualm[en]te. se me probea de municiones y armas pª remplasar por aora las quebradas.

V. J. deliberara lo qe. halle por conben[ien]te.
Dios Guarde a V. J.

Julian Zilleruelo

En: Archivo Nacional de Chile, Ministerio de Justicia, volúmen 23 "Stgo. y Valparaíso 1837-42". Comandante de la Guarnición del Presidio Ambulante, Julián Zilleruelo, al Sr. Director del Presidio Ambulante. Peñuelas, marzo 14 de 1841.

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